¿Cuál es el dulce más típico de las Fallas? ¡Los buñuelos! ¡Y tenemos mono de bunyolets! Así que, nos hemos puesto manos a la obra y hemos hecho buñuelos por primera vez con la receta de la yaya Fina. Si quieres saber cómo hacer buñuelos de calabaza típicos valencianos, aquí te dejamos la receta.
Con estos ingredientes podremos hacer unos 50 buñuelos.
Corta la calabaza a trocitos y ponla a hervir con abundante agua. Cuando esté bien cocida, retírala y aplasta bien con una cuchara o tenedor.
Coge medio litro de agua en la que has hervido la calabaza y disuelve la levadura removiendo bien. Es importante que no se quede ningún grumo y que el agua esté caliente cuando se haga este paso para que la levadura fermente bien.
Mezcla la pasta de calabaza con el agua y la levadura.
Añade la harina, una pizca de sal y empieza a amasar suavemente con las dos manos hasta que esté todo bien homogéneo. Más o menos, durante 5-7 minutos.
Deja la masa reposar de media hora a una hora. Tienes que ir comprobando cómo va subiendo, ya que la masa tiene que triplicar su tamaño, antes de continuar con el siguiente paso.
Tapa el bol con un trozo de film y encima un trapo. Ten un poco de paciencia y no estés mirando cada 5 minutos (nosotros nos desesperábamos porque no subía, pero… para que la masa fermente, necesita su tiempo). ¡Al final subió!
Una vez que vemos la masa en su punto, llega el momento de freír… Utiliza una cazuela o sartén bastante honda, vierte el litro de aceite y déjalo calentar hasta que hierva bien, pero sin que se queme.
Mientras, prepara un bol con un poco de agua. Este detalle es muy, muy importante. ¿Por qué? Porque cada vez que hagamos un buñuelo, tenemos que mojarnos la mano en agua para que se despegue bien la pasta de nuestros dedos. Si no, será muy difícil que nos salgan bien y que la pasta caiga en el aceite.
Una mano será con la que prepararemos la pasta y la otra la que convertirá la pasta en un buñuelo. ¿Cómo?
Con una mano coge un poco de pasta y haz una bolita. Moja la otra mano con agua y coge la bolita que tienes en la otra. Hazle un agujero pequeñito en el medio, a la vez que vas dejándola caer en el aceite hirviendo.
En un par de segundos, los buñuelos estarán listos y en su punto. Si no te salen bien a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera ¡no te desesperes! Hacer el buñuelo perfecto requiere mucha práctica 🙂 De unos 50 que hicimos, los 15 primeros parecían cualquier otra cosa, menos buñuelos.
Cuando los tengas listos… solo falta preparar un buen chocolate a la taza y… ¡a remojar!
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